Además de la Comunión Sacramental, es recomendable hacer una comunión espiritual todos los días. Incluso, antes y después de la Comunión Sacramental, deberíamos hacer una comunión espiritual, para unirnos idealmente a Jesucristo, Nuestro Señor, en su sacrificio renovado en cada Eucaristía al rededor del mundo.
No hay fórmulas únicas para hacerlo. En general debe tener un acto de fe, un acto de amor, una acción de gracias y un acto de deseo.
Aquí les presento dos fórmulas bellas y sencillas, fáciles de memorizar, y repetir a cada momento.
COMUNIÓN ESPIRITUAL
Yo quisiera, Señor, recibirte con aquella pureza, humildad y devoción con que te recibió tu Santísima Madre, con el Espíritu y favor de los Santos. Amén.
COMUNIÓN ESPIRITUAL
Señor mío Jesucristo, deseo con todo mi corazón unirme a Vos ahora y por toda la eternidad. Amén.
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