Per Matrem et Magistram ad cor Filii

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Recibamos en nuestros hogares a la Virgen Peregrina, Madre de la Providencia y Madre de Misericordia

lunes, 14 de septiembre de 2009

NOVENA AL STMO. CRISTO DE LA VICTORIA


En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



ACTO DE CONTRICIÓN



Señor mío Jesucristo, mi Dios, mi Padre y Redentor: Por ser Vos quien sois, y porque os amo como a Bondad infinita sobre todas las cosas, me pesa de haberos ofendido, y con vuestra gracia propongo confesarme y huir de las ocasiones de pecar. 
Por la victoria que en la Cruz alcanzasteis contra el demonio, el pecado y la muerte, os suplico, Señor me concedáis en esta vida, para gloria vuestra, la victoria sobre todas mis pasiones, a fin de que pueda lograr una santa muerte. Amén.



DÍA PRIMERO



Santísimo Cristo de la Victoria: Por la punzante corona de espinas que atormentó vuestra divina cabeza, os suplico me concedas el perdón de todos mis pecados de pensamientos, y me fortalezcáis con vuestra gracia para que toda mi mente os ame y os glorifique. Amén.



(Pídanse las gracias que se deseen alcanzar
récense un Padrenuestro, un Avemaría y tres 
Glorias).



ORACIÓN FINAL



Pacientísimo Dios mío: Yo adoro vuestro amantísimo Corazón, en compañía de vuestra santísima Madre y de todos los ángeles y santos, especialmente de los que han sido más devotos de vuestra Pasión: y os suplico me concedáis por los dolores que por mí padecisteis, la gracia que os pido en esta Novena, si ha de ser para gloria vuestra y bien de mi alma.



¡Oh, santísima Madre de Dios! Alcanzadme el amor de vuestro divino Hijo para amarle, imitarle y seguirle en esta vida y gozar de El en el Cielo. Amén.



(En los demás días se hace la Novena como en 


este primero, excepto la petición propia de cada día).




DÍA SEGUNDO



Santísimo Cristo de la Victoria: Por la dolorosísima flagelación que quisisteis padecer en todo vuestro santísimo cuerpo para expiar mis pecados, os suplico me concedáis la gracia de no ofenderos más con mi cuerpo, sino que sepa hacer de él templo vivo del Espíritu Santo. Amen.



DIA TERCERO



Santísimo de la Victoria: Por la profunda y dolorosa llaga de vuestro hombro, marcada con la cruz de mis pecados, os suplico me concedáis la  gracia de abrazar con fe y amor la cruz de cada día, para expiar mis propios desvíos y los de toda la humanidad pecadora. Amén



DIA CUARTO



Santísimo Cristo de la Victoria: Por las heridas y abundante sangre que derramasteis por vuestras rodillas, al caer tres veces en el camino del Calvario, os suplico me concedáis la gracia de levantarme siempre de mis caídas y recaídas en el pecado, haciendo una buena confesión y esforzándome en vivir en vuestra gracia y amistad. Amén.



DIA QUINTO



Santísimo Cristo de la Victoria: Por la profunda llaga de vuestra mano izquierda y por el acerbo dolor que padecisteis al ser clavada en la Cruz, os suplico me perdonéis todo cuanto os ofendí con mis manos, y me concedáis la gracia de emplearlas en obras de caridad y en hacer todo lo que es bueno y recto ante vuestros ojos. Amén.



DIA SEXTO



Santísimo Cristo de la Victoria: Por la dolorosísima llaga de vuestra mano derecha y por el tormento que sufristeis al ser clavada en la Cruz, os suplico me perdonéis todos mis pecados de omisión, todo el bien que dejé de hacer por pereza o respetos humanos, y me concedáis la gracia de hacer todo e! bien posible a los demás, para imitaros a Vos. Amén




DÍA SEPTIMO


Santísimo Cristo de la Victoria: Por las profundas llagas y abundante sangre que manaron vuestros pies divinos al ser clavados en la Cruz, os suplico me perdonéis todo cuanto os ofendí caminando por caminos de error y de pecado, y me concedáis la gracia de no separarme en adelante del sendero recto de vuestra Santísima Voluntad. Amén.

DÍA OCTAVO
Santísimo Cristo de la Victoria: Por vuestra dolorosísima agonía en la Cruz y por el desamparo en que os dejó vuestro Padre Celestial en aquella hora suprema, os pido la gracia de una santa muerte, acompañado por Vos y por vuestra Madre santísima y Madre nuestra, mereciendo por vuestros méritos infinitos y por su intercesión maternal, morar para siempre en el Cielo. Amén.

DÍA NOVENO
Santísimo Cristo de la Victoria: Por la profunda lanzada con que fue atravesado vuestro costado y Sagrado Corazón, después de morir en la Cruz, y por la fuente de sangre y agua que brotó de esa bendita llaga, os suplico lavéis mi alma, mi cuerpo, mi vida y todo mi ser, y me revistáis del hombre nuevo, a vuestra imagen y semejanza, para que pueda amaros y serviros fielmente Toda mi vida, buscando vuestra mayor gloria y la salvación de mi alma. Amén.

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